¿Cómo nacieron los trabajos verticales?

Todos sabemos que los edificios emblemáticos, las altas torres de las empresas y los edificios de viviendas necesitan un mantenimiento. De este mantenimiento y de todos los trabajos en altura se encargan las empresas de trabajos verticales como la nuestra.

Estos trabajos  surgieron de la necesidad de llegar de una manera eficaz y sin un coste elevado a cualquier  lugar. Y de esta forma, junto con los aportes de la espeleología y la escalada, nacieron las técnicas que conocemos hoy en día.

 

¿Cuál es la historia de esta profesión de alto riesgo?

Al igual que todas las profesiones, los trabajos en altura han pasado por distintas facetas a lo largo del tiempo.

Los profesionales llegan donde los andamios y las escaleras no pueden, ahorrando así una gran cantidad de dinero ya que antes se utilizaban aparatos estructurados muy lentos y costosos. Desde la antigüedad, al ser humano le ha fascinado construir edificios que intentasen tocar el cielo. Pero cuanto más altos, más imposible resultaba su mantenimiento.

Quedaban tres opciones: dejarlos tal cual y que se fuesen estropeando, jugarse la vida sin arneses en su limpieza o construir escalera sobre escalera o sobre bases o grúas para poder llegar. En la segunda opción cada vez había menos gente que se apuntase voluntariamente, y la tercera solamente era plausible en estructuras donde se pudiesen instalar esas grúas o andamios. Además de lo complicado que es su montaje, las obras se alargaban en el tiempo lo cual aumentaba el coste. Debido a esto se propuso un cambio.

Los pioneros en la profesión fueron los franceses. Los primeros trabajos verticales se realizaron en las calles de Francia y de Inglaterra en los años ochenta. Visto el éxito de estos, muchas empresas se unieron a la idea para desarrollar este nuevo  sector.

En un principio los primeros profesionales eran alpinistas o escaladores ya que solamente ellos conocían las técnicas de las cuerdas. Y es que, al realizarse en altura o en sitios de difícil acceso, se necesitaba tener a alguien con conocimientos para evitar caídas o accidentes. Se consiguió reducir drásticamente el tiempo de limpieza y de mantenimiento de los edificios, además de conseguir llegar a sitios donde antes no  se podía (eran demasiado estrechos, tenían otras estructuras al lado, …).

Se consiguió abaratar costes, ya que resulta mucho más económica una estructura de cuerdas que un andamio. Sin contar que se necesita menos gente para el transporte y para su montaje.

De Europa se fue extendiendo vertiginosamente por el resto del mundo hasta llegara convertirse en uno de los sectores que más  trabajo tiene. Y es que en Proliser no solo nos dedicamos a restaurar, sino a la limpieza de edificios que, debido a la polución y al tiempo, es necesaria  cada par de años. Sus técnicas han pasado de ser técnicas de escalada a evolucionar en una de las técnicas más seguras que haya, De hecho, aunque parezca increíble, este es uno de los sectores más seguro de todos.

En comparación con sus inicios, en los que los profesionales pendían de una cuerda con un cubo, prácticamente podríamos decir que los trabajos en altura han dado un salto de gigante hablando de seguridad. Hoy en día hay empresas dedicadas únicamente a la fabricación de materiales para este tipo de trabajos. Desde cascos, cuerdas, arneses… Dista mucho de los primeros nudos que hacían los escaladores y la ropa que utilizaban.

Y si eso no fuese poco, hemos evolucionado desde la idea de que un alpinista hiciese el trabajo a que hoy en día son profesionales cualificados, los cuales no solamente aprenden las mejores técnicas en escalada sino que tienen que pasar varios cursos. Una vez superados tendrán que pasar oposiciones por lo tanto, el  trabajo que se realiza hoy en día solamente se parece en una cosa a los trabajos que se realizaban anteriormente, y es en que se realiza en altura.

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