Seguramente sea uno de los aspectos de nuestras viviendas que más tendemos a olvidar. Y es que, al igual que a nuestros hogares les prestamos toda la atención que se merecen, los edificios en los que habitamos únicamente suelen recibir nuestra atención cuando comienzan a aparecer los problemas. Sin embargo, el mayor síntoma de que no estamos cuidando nuestros edificios es el hecho de que nunca nos avanzamos a estos problemas, sino que actuamos una vez aparecen.
Pese a que sus reparaciones tienen un mayor impacto económico que las que solemos realizar en el interior de nuestras viviendas, debido al tamaño, lo cierto es que recurrir al mantenimiento de edificios es, de vez en cuando, inevitable.
¿Por qué es aconsejable realizar el mantenimiento de nuestro edificio?
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que el correcto mantenimiento de nuestro edificio no solo nos proporcionará motivaciones estéticas, sino que del correcto estado de nuestra fachada y del interior influirá, y mucho, en lo relacionado con la predisposición de los seguros a la hora de mostrarse dispuestos a reparar algo.
Y es que, aunque no lo parezca, un edificio en mal estado puede ser la excusa perfecta para que nuestros seguros se desentiendan de cualquier problema que pueda ir surgiendo.
Además de ello, pese a que mucha gente no lo sabe, existe todo un marco legal que rodea a lo relacionado con la conservación de los edificios con el fin de garantizar la seguridad tanto de los que habitan en él como de las personas que hay alrededor como, por ejemplo, los viandantes. La caída de un escombro o de un ladrillo puede tener consecuencias fatales en el devenir de nuestro edificio.
¿Cómo realizar el mantenimiento de nuestro edificio?
Por las dimensiones que tienen los edificios pueden aparecer multitud de problemas en su interior. Sin embargo, es importante que intentemos mantener el edificio limpio: esto retrasará la aparición de problemas relacionados con el cuidado del edificio y nos dará un margen de tiempo antes de necesitar recurrir a una rehabilitación.
1- Zonas comunes
Aspectos tales como el portal o los pasillos son las zonas de nuestro edificio que más tienden a desgastarse. El amplio trasiego que se genera en este tipo de zonas hace que sea uno de los principales focos de aparición de problemas.
Lo relacionado con la limpieza ocupa un papel trascendental en este sentido. A través de una correcta higiene de las zonas comunes conseguiremos prevenir problemas relacionados con las humedades, las manchas y los problemas que se desprenden de los materiales como la madera, por ejemplo (haz clic aquí para contratar una limpieza de pavimentos).
2- Escaleras
La gran variedad que hay de escaleras hacen que pautar una serie de acciones con el fin de mantenerlas en buen estado durante una buena cantidad de años hacen que ello sea realmente complicado de conseguir.
Tanto es así que en lo relacionado con la limpieza de escaleras es recomendable que ésta se realice de manera diaria, especialmente si son de materiales como la madera. Si son de granito o materiales similares podríamos limpiarlas cada 3 o 4 día sin demasiados problemas.
Debido al gran uso que muestran, es importante que cualquier problema que veamos en ellas, tales como fracturas o crujidos que no deberían de producirse, avisemos cuando antes a un especialista, pues dejar los pequeños problemas de lado puede propiciar que aparezcan a posteriori otros de mucho mayor tamaño.
3- Ascensor
Los ascensores son la parte de los edificios que más se desgasta a consecuencia de su uso constante. Especialmente si la comunidad de la que formamos parte es grande, el trasiego de los ascensores hace que sea realmente complicado para su mantenimiento.
Aspectos tales como la limpieza y lo relacionado con la supervisión de manera regular hacen que el mantenimiento de nuestro ascensor sea importantísimo, tanto por su seguridad como por su uso.
4- Garaje
Por su naturaleza, el garaje es una de las zonas de nuestra casa que más tienden a presentar desperfectos y suciedad.
Es uno de los grandes focos de aparición de los problemas en los edificios, especialmente los que se derivan de la suciedad, la aparición de humedades, plagas de insectos o diversos problemas de muy distinta índole.
Cuidar de un edificio no tiene por qué ser complejo, con una mínima atención podremos conseguir que nuestros edificio luzca mejor que nunca durante una buena cantidad de años. Apuesta por la limpieza y el mantenimiento de tu edificio, ¡notarás sus resultados!