Las máquinas domésticas de ozono han demostrado ser uno de nuestros aliados más eficaces en cuanto a la desinfección y desodorización de nuestro hogar. El gas consigue eliminar hasta el 99% de las bacterias de nuestro alrededor.
Estas no solamente son la causa de muchas enfermedades sino que además son las causantes de que los malos olores invadan nuestro domicilio, el baño, el garaje o la nevera…
Pero la desinfección de ozono no se queda ahí, consigue eliminar olores tan molestos como el del tabaco (que se impregna en lo más profundo de nuestras prendas y textiles) o el olor que deja nuestra mascota en los sofás y alfombras.
Si estás pensando en comprarte una máquina de ozono o ya la tienes en tu casa te contamos un par de ideas para que la limpieza sea del todo eficaz.
1. Pon tu máquina de ozono en un lugar estratégico.
Aunque el ozono se extienda por el aire lo mejor es que coloques tu máquina portátil en un lugar visible de la estancia, a poder ser en alto y que no tenga ningún mueble que impida la expansión.
2. Recuerda cerrar bien.
Para que el ozono funcione el lugar que queremos desinfectar debe estar bien cerrado. Las máquinas tienen un rango de función determinado, depende del tipo de máquina que tengas podrás desinfectar eficazmente determinados metros cuadrados.
Si dejamos una puerta abierta o la ventana este gas se escapará y no cumplirá su función, por ello todos los fabricantes dejan en el manual de instrucciones bien detallado que la habitación que queramos desinfectar esté perfectamente cerrada.
Por lo tanto, una vez colocada nuestra máquina portátil en un buen sitio deberemos comprobar puertas y ventanas y encender la máquina para dejar que funcione.
3. No entrar ni salir.
Una vez enchufada la máquina lo mejor es que la dejemos trabajar el tiempo que nos indican, que no suele ser un tiempo mayor a la media hora. Debido a dos factores, aunque en la dosis que se usa para el ámbito doméstico el ozono no es peligroso, es recomendable no estar presente mientras esté encendida.
Y dos, si abrimos cualquier puerta el gas se escapará y no habremos desinfectado correctamente nuestro hogar.
4. Deja todo tal cual esté.
A diferencia de otros productos de limpieza el ozono no estropea ni mancha nuestro hogar. Por lo tanto no hay necesidad de retirar todos esos textiles o prendas delicadas, simplemente cuando volvamos estarán desinfectadas y como nuevas.
Lo mismo ocurre con los alimentos o el agua, el gas ozono es un gas altamente inestable. ¿Qué significa eso? Que a la media hora de estar en contacto con el medio ambiente el ozono se deshace convirtiéndose en oxígeno.
A diferencia de la lejía o el amoniaco no tendremos que temer que se queden residuos tóxicos tanto en alimentos como en superficies. Así, además de desinfectar nuestros alimentos y conseguir que se conserven mejor podremos consumirlos tranquilamente después.
5. Cumple con el tiempo estipulado.
Las prisas nunca son buenas compañeras, por lo tanto una vez encendida tu máquina deja que esta funcione el tiempo que indica. Si la apagamos antes quizás no haya conseguido desinfectar del todo nuestro hogar, muchas de estas máquinas además vienen con un temporizador.
Así que es así de sencillo desinfectar, poner la máquina en un lugar en el que se caiga, cerrar bien y encenderla. Dejar que funcione el tiempo indicado y mientras nosotros podremos hacer otras cosas, como hacer la compra, hacer deporte, o ver la televisión tranquilamente.
6. Usa la máquina dónde quieras.
Las máquinas de ozono son eficaces tanto en cocinas, como en baños, habitaciones infantiles, en garajes y hasta en coches.