Cuando hablamos de reparación de fachadas en Madrid generalmente nos viene a la idea la reparación de edificios antiguos o la de los edificios que forman parte del tesoro de monumentos de nuestra ciudad.
Pero hay tres razones por las que es muy importante no descuidar el estado de la fachada de nuestra finca o edificio de vecinos y hacer de vez en cuando trabajos de mantenimiento.
No solamente porque una fachada en mal estado pueda poner en peligro la integridad de los viandantes o la de los propios vecinos sino que además aumenta el valor del inmueble y hace que vivamos en un entorno saneado.
Por lo que es importante si lo consideramos oportuno (si vemos que nuestra fachada va empezando a notar el paso del tiempo) proponer una reparación en la siguiente reunión de vecinos o a los administradores directamente.
Este es el motivo principal por el que hemos escrito este post acerca de las tres principales razones que te llevarán a ti y a tus vecinos ponerte en contacto con una empresa de reparación de fachadas.
Ya sea por la antigüedad de nuestro edificio o por deterioros puntuales que surgen en las fachadas aunque estas sean de construcción nueva que hay que reparar antes de que vaya a mayores y el costo de la reforma aumente.
Las fachadas al igual que los muebles o nuestros coches sufren deterioro con el paso del tiempo, la humedad de las zonas costeras, la acción erosiva del aire, el cambio de temperaturas o las lluvias hacen que los materiales se vayan desgastando y que surjan grietas, erosión, pérdida de color, etc.
Aunque un edificio sea de construcción nueva todos sabemos que hay ciertos materiales en los que se abaratan costes y que terminan cediendo con el paso del tiempo, una ola de mucho frío en zonas calurosas o una tormenta de granito pueden ocasionar desperfectos hasta en fachadas de un año.
Una fachada estéticamente bonita y limpia mejora la percepción de calidad de vida de sus propietarios y de las visitas (además de mejorar la percepción que se llevan los miles de turistas que vienen a la ciudad).
Una fachada con un mal mantenimiento se suele ver sucia, contar con manchas verdes (de las plantas que empiezan a crecer en las grietas) o con manchas de humedad y lluvia…. todo esto junto hace que parezca que nuestro inmueble está abandonado y viejo y que al verlo sintamos falta de confort.
No solamente es necesario estéticamente sino que evitaremos humedades interiores y desprendimientos.
Una fachada en mal estado puede poner en serio riesgo la integridad física y la vida de todo aquel que pase por debajo u ocasionar daños materiales. Estos daños aunque sean involuntarios los tendrá que asumir el responsable de la comunidad respondiendo con las indemnizaciones oportunas.
En este caso hay seguros que cubren una buena parte, de no hacerlo serán los inquilinos y propietarios los que responderán con su patrimonio, por lo tanto a la larga sale más barato reformar la fachada.
Si además de recurrir a una empresa de confianza en reparación de fachadas en Madrid para repararla le añadimos un extra como la instalación de una fachada ventilada, una aislada térmicamente o incluso un jardín vertical (aprovechando las obras) podremos subir la calificación eléctrica.
Esto se traduce en una reducción inmediata del gasto de mantenimiento del edificio y en las facturas de gas y aire acondicionado y el aumento en el valor de venta de nuestro inmueble. Con lo cual además de tener una fachada bonita y segura habremos hecho una inversión a futuro muy rentable.