La limpieza de cristales en altura está destinada solamente a aquellas empresas especializadas en este tipo de trabajos, con profesionales altamente cualificados y con todas las herramientas y medidas de seguridad necesarias para limpiar los cristales y no correr ningún peligro.
En los últimos tiempos se han sustituido el ladrillo y las ventanas por una estética mucho más moderna, en la cual los cristales y amplios ventanales son los protagonistas ya que se intenta aprovechar al máximo la luz natural de la que disponemos en nuestro país.
Los edificios son mucho más altos, y necesitan más limpieza ya que hay que mantener los cristales en perfecto estado para que puedan cumplir con su función.
Así veremos que la mayoría de ellos contrata empresas especializadas que mantengan de forma continua la higiene de sus fachadas, libres de los efectos de la polución o la lluvia.
Estas empresas usarán diferentes técnicas para lograr la correcta limpieza de los cristales en altura que dependerán de las características de la construcción (altura, accesibilidad…) y de los sistemas disponibles.
Así pues se podrán usar las escaleras o sistemas de agua para alturas que no superen los diez metros, pértigas, plataformas o escaleras manipuladas a ras de suelo cuando la altura no supere los 15 o los 20 metros. Y para alturas superiores la elevación con grúa, plataformas, góndola o descuelgue.
Existe una reglamentación que todas las empresas y trabajadores deben cumplir de Seguridad y Prevención de Riesgos Laborales. Los trabajadores deberán a su vez conocer todas las reglas de uso de utensilios y químicos de las superficies a sanear.
Tendrán que disponer de un título que acredite que son capaces de usarlos debidamente, saber determinar correctamente las condiciones meteorológicas óptimas para la ejecución de su trabajo así como conocer los equipos y las normas de sujección y protección.
1. Antes de la limpieza en altura: Asegurarnos de que todo el equipo que vamos a utilizar esté correctamente señalado con el cartel de “solo para el personal autorizado”. Comprobar que no se sobrepasa el peso máximo autorizado.
Hacer una revisión de los mandos de la góndola, del mecanismo y del mando a distancia si lo hubiese.
Una vez subidos comprobar que están sujetos con su arnés al punto de anclaje.
2. Una vez en altura: Comprobar que todo el material que usan (herramientas, cubos, materiales de limpieza) están colocados correctamente y no haya riesgo de que se caigan. Mantener la distancia de seguridad con la fachada y si se detecta algo inusual o las condiciones meteorológicas cambian suspender el saneamiento en el acto.
3. Para finalizar: Deberán trasladar todo el equipo hasta el suelo, desanclarse, desconectar la fuente de alimentación y recoger el cable y el resto del material.
Deberán contar con un descenso de emergencia, un mecanismo que posibilita que la plataforma en la que se encuentran descienda lentamente. Una parada de emergencia, un instrumento hidráulico que salta cuando la plataforma desciende violentamente.
Palpador, mecanismo de anticolisión, un detector de sobrecarga que será el encargado de regular el peso de la plataforma y su carga. Y los anclajes de seguridad que dependerán del número de operarios que trabajen en la góndola.
Todas estas medidas de seguridad y preventivas deben cumplirse cada vez que el operario vaya a realizar un trabajo en altura. Para evitar posibles accidentes mientras se encuentra trabajando y posibles daños a terceros (personas a las que les caiga alguna herramienta mientras pasean).