En la construcción y mundo de las reformas de fachadas fundamentalmente, se necesita la implementación de andamios para que los trabajadores se muevan mientras trabajan, así como permitan el traspaso y sostén de materiales empleados en la obra que están ejecutando. Los vemos constantemente en el exterior pero también son necesarios en interior cuando las tareas lo requieren. Por eso se utilizan diferentes tipos de andamios según las tareas a realizar y los que conocemos como:
Caballete: Como su nombre indica, se trata de tableros metálicos o de madera que van soportados verticalmente en sus extremos por lo que se conoce como caballete. Son plataformas de trabajo de mayor provisionalidad que el resto porque van destinados a tareas más livianas y rápidas de acabar. Dentro de esta tipología nos encontramos con los fijos y los plegables, pero en ningún caso se utilizan si el trabajador pudiera caer desde más de 4,5 metros de altura. El ancho de la plataforma debe ser suficiente para moverse sin dificultad y 1/3 de la altura del caballete deberá sobrepasar la línea de la plataforma.
Se deben colocar sobre una base firme y plana y la separación entre caballetes, dependiendo de si los tablones son más gruesos o delgados, no sobrepasarán el 1,35 metros y el 1,50 para grosores de 38mm o 50mm respectivamente. Inspeccionar al detalle el estado de los andamios ante de utilizarlos es fundamental para evitar accidentes, debiendo descartarlos si hay desperfectos que afecten a la seguridad.
Colgantes: Este sistema se elige cuando no es adecuado instalar andamios desde el suelo por ser vías muy concurridas. Tan solo pueden ser montados por personal capacitado para ello porque conoce las características específicas del mecanismo y además tiene en cuenta las de la carga soportada y su control. Asimismo, los operarios destinados a trabajar en andamios colgantes están especialmente entrenados para realizar su tarea en dichas plataformas, que pueden ser articuladas o independientes, y están sujetos mediante cuerdas y cinturón de seguridad al edificio.
Andamios de torre: Utilizados para tareas ligeras y en un solo lugar, constan de 4 montantes superpuestos cuya base puede ser fija o móvil mediante ruedas. Su principal vigilancia en cuanto a montaje y uso está en controlar al 100% la estabilidad, para lo cual hay que seguir las normas de uso en exterior y en interior.
De Cremallera: Son la versión más sofisticada y son eléctricos, montados sobre una columna central sobre la que se desliza la plataforma donde trabajan y soportan materiales los operarios. Se utiliza para todo tipo de obras en el exterior.
